El programa Espejo Público (Antena 3) quiso contar este martes 22 de octubre con el presidente de la Fundación 26 de Diciembre, Federico Armenteros, para hablar de la necesidad de que existan residencias LGTBIQ+ en España.
"Estamos construyendo una sociedad diversa, diferente, inclusiva, y se necesita que seamos visibles. Hasta este momento siempre nos han ocultado. Y ahora que somos visibles necesitamos cuestiones y tratos especializados", dijo Armenteros.
Apunta además que al colectivo LGTBIQ+ se les ha construido de una manera muy diversa al resto de la sociedad. Nos han educado en el odio y la exclusión". Y por eso necesitamos que las personas que nos cuiden, nos entiendan y puedan entender la situación, mantiene.
En este sentido, el periodista Rubén Amón defendió que nadie puede estar en contra de una residencia LGTBIQ+. "Hay residencias de mujeres, de hombres... ", comentó. "Pero en este caso son más necesarias. Es especialmente importante que existan por una sencilla razón: esta gente ha tenido ocultarse durante muchos años y ha llevado una vida completamente terrorífica comparada con la de los demás. No ha podido desarrollar su sexualidad y eso le ha penalizado en todo: en el trabajo, en la vida, en las relaciones", expuso por su parte Marta Robles.
Así que ahora mismo, "si la sociedad es diversa de verdad", continuaba la periodista, "tiene que demostrarlo encontrándoles un sitio en el que, en unos años complicados como lo son para todos, puedan tener la mejor de las circunstancias".
Como ha explicado Armenteros, en este tipo de residencias se tratan aspectos como la sexualidad, "que se pierde en el momento en el que se muere". "En la llamada tercera edad hay afectos y en una residencia más común la gente no está preparada para una diversidad. Nos han educado a todas las generaciones a una heteronormalidad. Yo entro a muchos sitios y solo veo fotos de hombres y mujeres y no dos hombres o dos mujeres. Es como si no me quisieran tener ahí", señala.
Por último, contra aquellos que dicen que algo así es crear guetos, el presidente de la Fundación defendió que "la sociedad ha evolucionado y esa diversidad tiene que ser visible. El Estado tiene que cubrir las necesidades diversas y no homologar a los ciudadanos. Hay personas del colectivo que no se les ha permitido trabajar, que no han podido cotizar y se ven con una pensión no contributiva de 490 euros. ¿Con eso se puede ir uno a una residencia que cuesta 3.000 euros? ".